⇒Título español: "Los chicos que cayeron en la trampa"
⇒Título original: "Fasandræberne"
⇒Autora: Jussi Adler-Olsen .
⇒Saga: Departamento Q #2
⇒Publicación en España: Octubre 2011.
⇒Editorial española: Maeva
⇒ISBN: 978-84-15120-30-8.
⇒Páginas: 512
⇒Tipología: misterio, literatura nórdica.
⇒Precio: 16'90€.
⇒Traducción: Nicolás de Miguel.
Libros en la saga:
1. La mujer que arañaba las paredes.
2. Los chicos que cayeron en la trampa.
3. El mensaje que llegó en una botella.
4. Expediente 64.
5. Marco Effekten (Aún no ha salido en España)
Sinopsis
A finales de los años noventa, la policía encuentra, en una casa de veraneo en el norte de Dinamarca, a dos hermanos adolescentes brutalmente asesinados. Han sido golpeados, torturados y violados sin compasión. La investigación policial apunta a que los culpables pueden hallarse entre un grupo de jóvenes de buena familia, hijos de padres exitosos, ricos, cultos. Sin embargo, el caso se cierra muy pronto por falta de pruebas concluyentes hasta que, pocos años más tarde, uno de los sospechosos se entrega sin razón aparente y confi esa el crimen. Supuestamente, el misterio se ha resuelto. Pero entonces ¿por qué los archivos del caso aparecen veinte años después en el despacho del inspector Carl Mørck, jefe del Departamento Q? Al principio Mørck piensa que el caso está ahí por error, pero pronto se da cuenta de que en la investigación original se cometieron muchas irregularidades…
Opinión personal
Carl Morck sigue a cargo del Departamento Q junto con su fiel ayudante Assad y en esta nueva entrega ambos se enfrentarán a un caso que misteriosamente aparece en sus mesas pese a estar resuelto.
Dos hermanos hace 20 años fueron brutalmente asesinados y aunque ya hay un culpable entre rejas siguen existiendo cabos sueltos que nuestros protagonistas tendrán que juntar para llegar al fondo del caso.
Cuatro potenciales sospechosos, Kimmie, Pram, Torsten y Ulrik fueron absueltos tras confesar un quinto, y amigo de los demás, el crimen.
Una novela entretenida desde el comienzo llena de mentiras y conspiraciones donde casi nadie es quien parece ser. Sencilla y amena hace que quieras sumergirte más en la historia y que el tiempo pase más rápido de lo que creías.
Al igual que en la anterior entrega, a lo largo de los capítulos se van entremezclando los puntos de vista de los sospechosos con los de Carl. Además retazos del pasado de algunos personajes van surgiendo entre los capítulos para llegar a comprender mejor que ha pasado para que esas personas se convertieran en lo que soy hoy.
Hay que admitir que desde el principio se sabe quienes son los culpables pero esto no es un gran obstáculo para este escritor que ha sabido crear una historia a partir de ello que me enganchara y me emocionase.
Ahora bien, por un lado, tenemos a una nueva secretaria en el equipo, Rose, que a mi parecer no ha aportado mucho al desarrollo de la historia y de la que espero que tenga un mayor atractivo para la siguiente entrega.
Por otro lado, un personaje tan importante como Assad creo que ha perdido un poco de fuerza, aunque sigue siendo audaz, el misterio que ofrecía en la entrega anterior se ha evaporado quitando un poco de encanto al departamento Q.
Una cosa importante, que seguro muchos se estén preguntando es la impresión entre esta segunda entrega y la primera. Creo que la primera es increíble en cuanto el argumento y la elección de los personajes. Assad, el misterioso compañero con alto conocimiento de todo y toques graciosos en los diálogos. Carl, un hombre que parece cansado de su vida, divorciado y con un hijo. Juntos crearon el Departamento Q y encontraron a una desaparecida que llevaba años siendo maltratada.
En esta entrega tenemos a estos dos personajes menos llamativos, rodeados de muchos más, entre ellos su nueva secretaria que pese a poseer bastantes diálogos, no aporta nada.
Parece que Jussi ha intentado crear un perfecto equilibrio en este libro pero ha acabado por añadir cosas que sobran como una mujer que engaña a su marido o Rose entre otras cuantas.
Lo mejor: lo real que puede llegar a parecer todo.
Lo peor: los añadidos que sobran.
Puntuación: